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¡Holaaaa, que alegría estar con ustedes y de vuelta en casa! Pedro, mi amado esposo me ha esperado con paciencia y calma durante estos dos largos meses.  Luego de que él cuidó a nuestro bebé, no nacido, mientras yo cazaba y me alimentaba, ahora regreso para que juntos, uniendo fuerzas, lo podamos atender, guiar y proteger en su proceso de crecimiento y formación. Pedro se irá por un tiempo, pues tiene que comer y reponer energías pero,  al volver,  juntos continuaremos con nuestra laboriosa tarea de crianza.

Como papá y mamá tenemos un rol protector, por eso con amor y autoridad estableceremos límites claros para que nuestros hijos desarrollen habilidades y, con el tiempo, puedan gobernarse y protegerse a sí mismos y a los demás.  También,  les damos las pautas para que ellos aprendan a generar soluciones, decidan y vivan en libertad, respetando por supuesto, el espacio y bienestar propio y social.  Desde que Pipe estaba en mi vientre le hablaba sobre la importancia de ser felices, de lo mucho que lo ama papá y mamá, así como de lo vital que resulta  cumplir las normas de la comunidad. Desde entonces,  Pipe sabe que la disciplina es necesaria para cumplir sus metas y convivir con los demás, en un ambiente de amor, respeto y mucha dignidad. 

En nuestra colonia protegemos a nuestros polluelos, con nuestros cuerpos los abrigamos del frío y del fuerte viento, les proveemos alimento y defendemos de los peligros en que los ponga cualquier otro animal. Nuestra comunidad es fuerte y muy unida, entre todos cuidamos, protegemos y amamos a nuestros crías.

¿Proteges a tus estudiantes y/o a tus hijos? ¿Haces lo que haría cualquier pingüino por sus polluelos? Espero que sí... Te invitamos a seguirlo haciendo y a mejorar tus competencias para amarlos y protegerlos cada vez más. 

Da clic sobre los botones activos, elige el camino y fortalece tus habilidades para establecer límites y propiciar situaciones en las que tus estudiantes y/o hijos aprendan a solucionar problemas.

¡Vamos, te acompaño y te protejo en el camino!

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Subestación Límites con corazón

ícono de temas ¿Qué son los límites y cuál es su importancia?

Estoy feliz, he regresado a casa y recién se dio la eclosión, ¡ya ha nacido Pipe, nuestro hijo! Y, con ello, se incrementa nuestra notable labor de ser padres. Debemos protegerlo, proveerle las condiciones para que se desarrolle y, con el tiempo, logre su independencia.  Queremos que Pipe sea un gran pingüino, que sea poseedor de los valores y virtudes familiares y, ante todo, que sea muy feliz.  Para lograrlo, tenemos que comunicarnos y regularnos emocionalmente, pues además comienza una de las tareas que quizás genere un poco de tensión para Pedro y para mí, esto es, llevar, guiar y apoyar a Pipe para que cumpla metas a corto plazo.  Esto lo conseguiremos, estableciendo límites claros y definidos para que crezca sin ambigüedades. 

Les digo que genera un poco de tensión porque, en algunos momentos, Pipe no querrá tener ciertos límites o seguir algunas reglas, pero bueno de eso se trata la tarea de formar, de ir encauzando actitudes y comportamientos en procura de formar un buen ciudadano, capaz de tomar decisiones adecuadas en pro de su beneficio personal y el de la comunidad.
¿Por qué te cuento todo esto? Porque la familia es el primer agente de socialización y es la responsable de transmitir normas, valores y modelos de comportamiento. Cuando somos niños, este proceso se interioriza a partir de elementos culturales y desarrolla las bases de nuestra personalidad (Rodríguez, 2007).  En el entorno familiar, tanto padres como hijos deben ser conscientes de que la convivencia requiere disciplina, entendida como el conjunto de procedimientos, normas y reglas para ordenar, dirigir y organizar armónica y eficazmente, las actividades encaminadas a mantener la paz, el respeto, el orden, el logro de las tareas y los objetivos del proceso familiar (García y García, 2009).  Puedes utilizar la disciplina para guiar y proteger al niño, niña o adolescente y evitar castigos que lo hagan sentirse mal consigo mismo, así ganará seguridad y confianza.  Lo anterior implica que los adultos somos el principal ejemplo a seguir, lo que exige coherencia en la forma de comportarnos con ellos, procurando un ambiente familiar positivo y pacífico (AG, 2020).

Mientras las reglas, ordenan el comportamiento de los miembros de la familia y les proveen de un marco de contención y seguridad a la hora de actuar; los límites, demarcan los espacios emocionales y físicos entre las personas (Puello et al., 2014).  Lo anterior es importante ya que como señala Sánchez-Thorin (citado por ICBF, 2020) los niños, niñas y adolescentes con normas y límites claros y definidos son más seguros y felices; mientras que si carecen de estos, sentirán inseguridad y ansiedad. No poseer un marco de referencia que les contenga, hace que enfrenten dificultades para relacionarse con el mundo social.

Luego de entender el contexto, te invito a recorrer los siguientes  momentos. Reflexiona sobre la importancia de establecer reglas y crea las condiciones necesarias, para que las personas a tu alrededor  aprendan a resolver sus pequeños y grandes problemas.  Así los proteges, pues los preparas para asumir retos y enfrentar situaciones en su vida, de manera independiente y autónoma. ¿Vamos juntos?  Estaré contigo mientras aprendes.

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Subestación: Claves para resolver problemas

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¿Qué es la resolución de problemas?

Paulina:  No te imaginas cuánto ha crecido Pipe. Ha aumentado en talla y en peso, aunque por dentro, es un niño que sigue necesitando protección y apoyo.  Es muy sociable, alegre y colaborador; cada día nos sorprende su gran capacidad para comprender los peligros que hay en nuestro ambiente, lo que hace que la tarea de criarlo haya sido bastante sencilla, quizás porque ha comprendido la importancia de seguir las reglas y los límites ajustándose a ellos. Claro está, que nosotros hemos sido muy coherentes en la forma como nos comportamos con él, nos comunicamos de manera asertiva y hacemos todo lo posible por regularnos emocionalmente. 

Ahora se presentan nuevos retos, nuevas situaciones que él debe aprender a resolver con nuestro acompañamiento.  Por ejemplo, cuando estaba más pequeño le dábamos de comer, pero poco a poco de nosotros debe dejar de depender y aprender a cazar su alimento; la vida es tan incierta que no sabemos cuándo podríamos faltar suena duro, pero esa es la realidad.

Ya está aprendiendo a nadar y se presenta el mayor de los riesgos, nos preocupa la presencia de depredadores que permanentemente están al acecho.  Ya Pipe nada veloz, pues practica con ahínco y empeño, ahora debe entrenarse en su reacción, eso es lo que necesita en el medio.   Ante esto, como papá y mamá hemos definido con claridad el problema, formulamos opciones, desarrollamos un plan de crianza, lo ejecutamos para evaluar su resultado y para ajustarlo, las veces que sea necesario. Queremos que Pipe desarrolle la habilidad para resolver este y otros problemas, al paso que, forja la capacidad de aplicar los principios y las estrategias para sobrellevar futuros problemas, en diferentes momentos del desarrollo de su vida (Sanders, M. R. (2008).

Acompáñame en esta travesía y aprende en cada momento. Da clic en el primero y veamos cómo ayudar a los niños, niñas y adolescentes a desarrollar estas habilidades.

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